lunes, 2 de diciembre de 2013

Y después del pensamiento formal... ¿Qué?



Más allá de que el pensamiento post-formal no afectará directamente a nuestra labor como profesores de Secundaria o Bachillerato, ya que en principio su desarrollo es más propio de la transición de la adolescencia a la edad adulta y por tanto de la etapa universitaria, parece interesante conocer cual es el potencial de desarrollo cognitivo de los individuos, entre los que se encontrarán nuestros alumnos pero también nosotros mismos. 

Hasta hace pocas décadas, los psicólogos daban por hecho que los estadios del desarrollo terminaban antes del comienzo de la edad adulta, por lo que sus investigaciones se centraron de manera mayoritaria en el estudio de la niñez y la adolescencia. Sin embargo, en los últimos años están ganando fuerza en el panorama de la investigación psicológica quienes se decantan por la posible existencia de otros estadios posteriores al del pensamiento formal. Este planteamiento se ha convertido en una alternativa al hasta ahora bien asentado modelo de Piaget. Fue no hace mucho, en 1981, cuando se celebró el primer simposio en la Universidad de Hardvard sobre lo que se llamó el pensamiento posformal. A partir de ese momento, los puntos de vista desde los que se ha escrito sobre este tema se han multiplicado de forma considerable. Algunos de sus principales defensores son Kramer; Commons, Richards y Armón; Rybash, Hoyer y Roddin; Arlin. Las características en las que coinciden prácticamente todos estos autores son:

    - Es un pensamiento divergente. Es decir, aquel que alcanza el pensamiento post-formal es capaz de aceptar que la contradicción es un elemento más que forma parte de la realidad. Por ejemplo, pueden existir relaciones de amor-odio de forma simultánea y no son excluyentes entre ellas.
"One conclusion drawn from the new physics is that sometimes multiple contradictory views of truth are all 'true' simultaneously, although they appear contradictory at first” Sinnott (1993, p. 78).
    - Es un pensamiento relativo. Es un sistema abierto que admite distintas formas de plantear un mismo problema y diferentes soluciones. Durante la adolescencia y posteriormente los individuos tienen la oportunidad de conocer a diferentes personas y encontrarse con diversas situaciones que les hace enfrentarse y se conscientes de la existencia diferentes puntos de vista.
Truth depends upon the observer’s point of view” (Kramer, 1989).
    - Es un pensamiento metasistemático. Si un individuo puede analizar y considerar la realidad no sólo en términos lógicos sino también en términos contradictorios y relativos, significa que puede ver que la realidad es abierta y dinámica que está formada por diferentes sistemas y por lo tanto no es posible considerar únicamente uno. La complejidad, referida a la presencia de múltiples dimensiones interrelacionadas entre sí. El aprendizaje no implicaría solamente elementos y procesos cognitivos sino también emocionales y afectivos.
    - Es un pensamiento dialéctico. Pone de manifiesto la existencia constante de conflicto que a su vez es cambiante. Por lo tanto contempla el conflicto entre una idea y su contraria, y al mismo tiempo la corta validez de su solución puesto que ambas están en constante cambio. El proceso de pensar se sitúa en un contexto cultural cambiante en el tiempo y en el espacio. Es un pensamiento contextualizado. En la vida diaria, alguien con un pensamiento post-formal no puede guiarse teniendo únicamente en cuenta principios lógicos, universales, cerrados, absolutos… Las circunstancias y los contextos cambian, por lo tanto los principios también pueden hacerlo.
 
Pero, ¿Estaríamos hablando, como tal, de otro estadio diferente al del aprendizaje formal? En realidad no se alcanzan nuevas capacidades cognitivas, y en ese sentido no es una etapa como las que distingue Piaget, sin embargo, estas formas de pensamiento no se presentan antes y sí suponen un cambio cuantitativo y cualitativo en las funciones cognitivas. Para hacernos una idea más sencilla de entender, el pensamiento “inmaduro” ve en blanco y negro (correcto frente a equivocado, intelecto frente a sentimientos, mente frente a cuerpo); el pensamiento posformal ve tonos grises. Es un pensamiento que desarrolla respuestas a eventos e interacciones que señalan maneras no acostumbradas de ver las cosas y desafían la visión del mundo sencilla y polarizada. Permite a los adultos trascender el sistema lógico y reconciliar o elegir entre ideas o exigencias contrapuestas, cada una de las cuales puede ser correcta desde su propia perspectiva.
Pero dar por hecho que esta evolución o desarrollo se producirá en todos los casos es un error. Si un adulto ha alcanzado un pleno pensamiento formal, el desarrollo de las estructuras de conocimiento y desarrollo intelectual puede continuar al nivel posformal. Sin embargo, sin estímulos mentales adecuados, el desarrollo intelectual en los adultos puede no llegar a este nivel, e incluso no llegar de forma generalizada al formal. En definitiva y a modo de conclusión final personal, creo que nosotros como futuros profesores de asignaturas de Ciencias Sociales tenemos un papel importante sino en la formación de este pensamiento, puesto que será demasiado pronto, en la aportación de nuestro granito de arena o por lo menos mostrar un posible camino en esa deseable dirección. Y es que tanto la formación cada uno como el contexto aportan nuevas formas de ver el mundo y de actuar en él. 

Por último quería compartir con vosotros la siguiente frase que encontré mientras investigaba sobre el tema y me pareció muy ilustrativa. Interesante para entender la mente, pero también este tema del pensamiento posformal. Aquí os la dejo:

Y la fuerza del hilo no reside en el hecho de que algunas fibras corran a su largo, sino en la superposición de muchas fibras(Wittgenstein, 1968, p. 32)

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