Más allá de que el pensamiento post-formal
no afectará directamente a nuestra labor como profesores de Secundaria o
Bachillerato, ya que en principio su desarrollo es más propio de la transición
de la adolescencia a la edad adulta y por tanto de la etapa universitaria,
parece interesante conocer cual es el potencial de desarrollo cognitivo de los
individuos, entre los que se encontrarán nuestros alumnos pero también nosotros
mismos.
Hasta hace pocas décadas, los psicólogos
daban por hecho que los estadios del desarrollo terminaban antes del comienzo
de la edad adulta, por lo que sus investigaciones se centraron de manera
mayoritaria en el estudio de la niñez y la adolescencia. Sin embargo, en los
últimos años están ganando fuerza en el panorama de la investigación
psicológica quienes se decantan por la posible existencia de otros estadios
posteriores al del pensamiento formal. Este planteamiento se ha convertido en
una alternativa al hasta ahora bien asentado modelo de Piaget. Fue no hace
mucho, en 1981, cuando se celebró el primer simposio en la Universidad de
Hardvard sobre lo que se llamó el pensamiento posformal. A partir de ese
momento, los puntos de vista desde los que se ha escrito sobre este tema se han
multiplicado de forma considerable. Algunos de sus principales defensores son
Kramer; Commons, Richards y Armón; Rybash, Hoyer y Roddin; Arlin. Las
características en las que coinciden prácticamente todos estos autores son:
- Es un pensamiento divergente. Es
decir, aquel que alcanza el pensamiento post-formal es capaz de aceptar que la
contradicción es un elemento más que forma parte de la realidad. Por ejemplo,
pueden existir relaciones de amor-odio de forma simultánea y no son excluyentes
entre ellas.
"One conclusion drawn from
the new physics is that sometimes multiple contradictory views of truth are all
'true' simultaneously, although they appear contradictory at first” Sinnott
(1993, p. 78).
- Es un pensamiento
relativo. Es un sistema abierto que admite distintas
formas de plantear un mismo problema y diferentes soluciones. Durante la
adolescencia y posteriormente los individuos tienen la oportunidad de conocer a
diferentes personas y encontrarse con diversas situaciones que les hace
enfrentarse y se conscientes de la existencia diferentes puntos de vista.
“Truth depends upon the observer’s
point of view” (Kramer, 1989).
- Es un pensamiento
metasistemático. Si un individuo puede analizar y considerar la realidad no
sólo en términos lógicos sino también en términos contradictorios y relativos,
significa que puede ver que la realidad es abierta y dinámica que está formada
por diferentes sistemas y por lo tanto no es posible considerar únicamente uno.
La complejidad, referida a la presencia de múltiples dimensiones
interrelacionadas entre sí. El aprendizaje no implicaría solamente elementos y
procesos cognitivos sino también emocionales y afectivos.
- Es un pensamiento dialéctico.
Pone de manifiesto la existencia constante de conflicto que a su vez es
cambiante. Por lo tanto contempla el conflicto entre una idea y su contraria, y
al mismo tiempo la corta validez de su solución puesto que ambas están en
constante cambio. El proceso de pensar se sitúa en un contexto cultural cambiante en el
tiempo y en el espacio. Es un pensamiento contextualizado. En la vida
diaria, alguien con un pensamiento post-formal no puede guiarse teniendo
únicamente en cuenta principios lógicos, universales, cerrados, absolutos… Las
circunstancias y los contextos cambian, por lo tanto los principios también
pueden hacerlo.
Pero,
¿Estaríamos hablando, como tal, de otro estadio diferente al del aprendizaje
formal? En realidad no se alcanzan nuevas capacidades cognitivas, y en ese
sentido no es una etapa como las que distingue Piaget, sin embargo, estas
formas de pensamiento no se presentan antes y sí suponen un cambio
cuantitativo y cualitativo en las funciones cognitivas. Para hacernos una
idea más sencilla de entender, el pensamiento “inmaduro” ve en blanco y negro
(correcto frente a equivocado, intelecto frente a sentimientos, mente frente a
cuerpo); el pensamiento posformal ve tonos grises. Es un pensamiento que
desarrolla respuestas a eventos e interacciones que señalan maneras no
acostumbradas de ver las cosas y desafían la visión del mundo sencilla y
polarizada. Permite a los adultos trascender el sistema lógico y reconciliar o
elegir entre ideas o exigencias contrapuestas, cada una de las cuales puede ser
correcta desde su propia perspectiva.
Pero dar por hecho que esta evolución o
desarrollo se producirá en todos los casos es un error. Si un adulto ha
alcanzado un pleno pensamiento formal, el desarrollo de las estructuras de
conocimiento y desarrollo intelectual puede continuar al nivel posformal. Sin
embargo, sin estímulos mentales adecuados, el desarrollo intelectual en los
adultos puede no llegar a este nivel, e incluso no llegar de forma generalizada
al formal. En definitiva y a modo de conclusión final personal, creo que
nosotros como futuros profesores de asignaturas de Ciencias Sociales tenemos un
papel importante sino en la formación de este pensamiento, puesto que será
demasiado pronto, en la aportación de nuestro granito de arena o por lo menos
mostrar un posible camino en esa deseable dirección. Y es que tanto la
formación cada uno como el contexto aportan nuevas formas de ver el mundo y de
actuar en él.
Por último quería compartir con vosotros
la siguiente frase que encontré mientras investigaba sobre el tema y me pareció
muy ilustrativa. Interesante para entender la mente, pero también este tema del
pensamiento posformal. Aquí os la dejo:
Y la fuerza del hilo no reside en el hecho
de que algunas fibras corran a su largo, sino en la superposición de muchas
fibras. (Wittgenstein,
1968, p. 32)
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